La vida pasa tan rápido. Las personas estamos acostumbradas a vivir a mil por hora, sin valorar los pequeños momentos de felicidad. Por ejemplo, cuando hablas con alguien, cuando alguien se preocupa por vos, o simplemente cuando alguien te quiere. Cuando llegas a tu casa y ves a tu familia en paz. ESAS cosas hay que aprender a valorar, no los bienes materiales. Cuando una persona se acostumbra a tener alguien cerca mucho tiempo, piensa que no hace falta decirle que la quiere. Por supuestamente, ya lo tiene claro. Pero TODOS necesitamos que alguien nos diga "Te Quiero Mucho" pero que lo diga de corazón. Necesitamos sentirnos queridos, importantes. VALOREN LO QUE TIENEN, Y LUCHEN POR LO QUE NO TIENEN Y DESEAN.
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